La investigación histórica de la arquitecta Ruth Varela recupera la especie denominada «Flor de Santiago» y la erige en un símbolo Xacobeo y en imagen de la capital gallega
Un estudio desarrollado por la arquitecta e investigadora Ruth Varela rescata del olvido a la ‘flor de Santiago’, estrella de la botánica desde su importación desde México a finales del siglo XVI, y destaca su carácter simbólico al punto de proponerla como nueva imagen de la ciudad.
Así lo sugirieron este lunes en la presentación del estudio su coordinador cultural, Miguel Anxo Fernán, quien reparó en que muy pocas ciudades, como por ejemplo Florencia, tienen »el privilegio» de contar con una flor como escudo heráldico, así como el poeta y escritor Salvador García Bodaño.
El también miembro de la Real Academia Galega calificó el proyecto de »un descubrimiento importantísimo» y de »la noticia por excelencia del Xacobeo», ya que puede erigirse en una herramienta de difusión de Santiago y del Camino más efectiva que »muchas campañas en internet que se quieran hacer».
En el olvido debido a las disputas religiosas
La flor de Santiago o ‘narcissus indicus jacobeus’, denominada como tal por el botánico flamenco Charles de le Cluse en 1601 debido a su parecido con la cruz que lucían en sus capas los caballeros de la Orden de Santiago, cayó en el olvido por culpa de las disputas religiosas habidas en Europa.
Ésa es una de las tesis que defiende en su estudio Ruth Varela, pues argumenta que los protestantes se negaban a que una flor tan apreciada, ya que llegó a ser la preferida en jardines reales, papales y cardenalicios, sirviera de vehículo de expansión de la fe cristiana.
De ahí las presiones ejercidas por el movimiento luterano para que la flor de Santiago pasara a llamarse ‘amarilis fermosisima’ y no contuviera una alusión explícita al santo compostelano.
Una flor con historia
La autora del estudio presentado también achacó el proceso de olvido al incendio de la biblioteca del Escorial en 1670 y al asesinato del maestro en botánica de Jean Jacques Rousseau, uno de los numerosos personajes literarios, científicos e incluso políticos rendidos a la belleza de la flor de Santiago.
Ruth Varela ha encontrado en las más de 5.000 fuentes documentales estudiadas para fundamentar su estudio referencias a la flor de Santiago por parte de Darwin, Erasmo, Goethe e incluso el tercer presidente de los Estados Unidos, Thomas Jefferson.
La relación de la flor objeto del estudio con Santiago y con Galicia también se refuerza en su origen, ya que la primera partida salió en 1577 de los territorios recién conquistados por Nuño de Guzmán en México conocidos como Nueva Galicia, con capital en Compostela de Nayarit.
Se trató, pues, de »un viaje con destino y final sorprendentes», que estuvo enmarcado en la primera expedición naturalista financiada por la Corona española, dirigida por el sabio autor Francisco Hernández y que tenía por objeto conocer la riqueza de la flora americana.
TEXTO: EFE
Diario de Pontevedra 18/11/2009